La disfunción mandibular, también conocida como trastorno temporomandibular (TTM), son un conjunto de lesiones que se presentan en los músculos de la mandíbula y los nervios que rodean a estos. Aunque su nombre puede sonar bastante dificultoso, es una lesión frecuente cuyos síntomas podemos confundir con los de otras enfermedades.
Hoy, nuestros especialistas de la Clínica Dental Doria Medina nos hablan de estas lesiones, cómo reconocerlas y cómo prevenirlas. ¡Síguenos hasta el final?
¿Qué es la disfunción mandibular?
Es un conjunto de afecciones que afectan la articulación temporomandibular denominada ATM, los músculos de la mandíbula y los nervios que rodean estas estructuras.
La ATM es la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo y es necesaria para masticar, hablar y mover la mandíbula. Los síntomas comunes de la disfunción mandibular incluyen dolor en la mandíbula, dificultad para abrir o cerrar la boca, chasquidos o crepitaciones al mover la mandíbula, dolor de cabeza, dolor de oído y dolor de cuello. Las causas pueden incluir estrés, lesiones, artritis, mala alineación dental o problemas con la mordida.
¿Cómo reconocer una disfunción mandibular?
Es muy difícil identificar que tenemos una dificultad con la mandíbula debido a que los síntomas se pueden confundir con estrés u otro tipo de afectaciones. Sin embargo, cuando presentamos con frecuencia más de dos de estos síntomas, es bueno acudir al especialista para descartar o corregir a tiempo. Algunas de las señales frecuentes pueden ser:
– Dolor en la mandíbula, especialmente al morder o masticar.
– Dolor de cabeza, especialmente en la zona de la sien.
– Dolor en el cuello y/o en los hombros
– Dificultad para abrir o cerrar la boca completamente
– Chasquidos, crepitaciones o ruido en la articulación temporomandibular al abrir o cerrar la boca
– Sensación de cansancio en los músculos de la mandíbula después de hablar o masticar durante un período prolongado.
– Bloqueo o deslizamiento de la mandíbula, lo que puede dificultar la masticación o incluso el habla.
Si presenta alguno de estos síntomas frecuentemente, debe asistir al dentista para que realice una evaluación y recomiende un tratamiento efectivo para aliviar los síntomas.
¿Qué puede causar disfunción mandibular?
La causa de la disfunción mandibular puede variar y puede ser difícil de identificar en algunos casos. Algunas posibles causas pueden ser la mala alineación dental, la masticación excesiva de chicle, el bruxismo (como se conoce al rechinar de dientes), el estrés, la artritis u otras afecciones médicas.
¿Cómo debe ser el tratamiento?
El enfoque puede variar dependiendo de la causa subyacente y la gravedad de los síntomas.
Se pueden realizar ejercicios específicos de fortalecimiento muscular para mejorar su condición. También, el tratamiento puede consistir en la modificación de la dieta y de los hábitos alimenticios, como el consumo de caramelos y chicles, con el propósito de disminuir la cantidad de alimentos duros o difíciles de masticar.
En los casos de bruxismo, se suelen utilizar dispositivos de protección dental, pero hay que considerar las causas, que pueden ser de origen diverso. En estos casos, el odontólogo explora la posibilidad de apoyarse en otros profesionales de la salud para hacer el diagnóstico.
Si la causa identificada es el estrés, se le recomienda al paciente asistir a terapias cognitivas y participar de actividades como yoga o meditación que le ayuden a relajar las tensiones musculares en general.
Cuando los casos de disfunción son más avanzados y es necesario disminuir el dolor y la inflamación, se utilizan analgésicos y terapia térmica; en los más graves y estructurales, se considera la cirugía en la articulación, pero estos son solo algunos casos muy concretos.
Cada caso es diferente. Es importante trabajar en estrecha colaboración con los especialistas de Clinica Dental Doria Medina para encontrar el tratamiento más adecuado para su situación individual.
