Saber cuándo ir al dentista por primera vez es una de las inquietudes más comunes en los padres primerizos. Desde su nacimiento los niños empiezan con el aseo de las encías y el cepillado con la funda de silicón. A partir de los 4 meses aproximadamente empieza el proceso de dentición. Pero algunos padres piensan que es necesario esperar a que esté la dentadura completa entre los 2 y 3 años para ir al dentista por primera vez. Y algunos hasta piensan que los primeros dientes no requieren revisión a menos que haya alguna anomalía o una caries.
Pero la Sociedad Española de Odontopediatría sugiere que la primera visita del niño al dentista debe realizarse cuando aparezca el primer diente del bebé. O en su defecto al haber cumplido el primer año. Mientras que algunos profesionales recomiendan incluso asistir en edades más tempranas para poder revisar del desarrollo bucodental y facial.
Lo cierto es, que aunque parezca más lógico ir al dentista cuando tenemos la dentadura completa. La gran cantidad de productos con azúcar que consumimos desde la infancia junto con una higiene bucal insuficiente son un gran factor de riesgo para la aparición de caries.
Aproximadamente el 26% de los niños menores de 4 años ha desarrollado alguna caries en su dentadura de leche. Por lo que en la Clínica Dental Doria Medina promovemos con esmero la visita temprana al odontólogo y fomentamos los hábitos de higiene bucal.
¿Por qué es importante ir al dentista cuando somos niños?
Aunque muchas veces lo ignoramos, la salud bucal representa una parte importante en el bienestar de las personas. A través de la boca nuestro cuerpo recibe un montón de elementos patógenos.
También, en los primeros años de vida se está produciendo el desarrollo facial qué tiene una importante relación con la aparición de la dentadura. Por lo que es clave brindar al padre el acompañamiento profesional para prevenir complicaciones futuras
¿Qué esperar cuando el niño tiene que ir al dentista por primera vez?
Lo primero que debemos tomar en cuenta es que hay una gran necesidad de cambiar el pensamiento de visitar al dentista sólo cuando estamos en problemas para empezar con lo que en la actualidad llamamos odontología preventiva o conservadora.
En este sentido, enseñar al niño qué visitar al doctor trae beneficio a nuestras vidas, es un punto sumamente importante porque no lo van a relacionar con algún dolor, una molestia o una lesión en sus piezas dentales. En consecuencia ir al dentista será un asunto de rutina considerado algo placentero.
En las primeras visitas, la relación se establece a partir del juego. Simplemente se explora la cavidad bucal y si todo está en orden las próximas citas serán más espaciadas.
Es en esta primera consulta donde se orientan los hábitos de higiene y cuidado de la boca. Donde se le habla al niño de la importancia de cepillarse para evitar las caries, se limita el uso de mordedores, chupetes o biberones. Se habla del consumo de azúcar, de las bacterias y de cómo funciona el ecosistema bucal, entre otras cosas.
Es sumamente común que los padres transmitan las bacterias que luego le producirán las temidas caries a sus hijos, sin ni siquiera ser conscientes de ello. Los papás, solemos comprobar la temperatura de la comida o el sabor desde la misma con las mismas cucharas que le damos al pequeño en su boca. Y si no tenemos una higiene bucodental positiva nuestras mismas caries propiciarán la aparición de caries en nuestros bebés aunque tengan muy corta edad.
Si un niño en edad temprana tiene una caries, corregirla a tiempo será mucho más sencillo que cuando está avanzada. Porque dura menos minutos en el consultorio, menos tiempo con la posición para atenderlo, no deberá recibir anestesia, no sentirá dolor ni molestias.
El niño y el dentista
Cuando el niño crece en un hogar dónde la salud bucal es importante, todo es más sencillo. Los miedos infundados por los mayores desaparecen y hay una estrecha relación entre el niño y el dentista. Una especie de amistad donde cada quien entiende que encontrarse les genera beneficio. La información de la consulta no va solo dirigida a los padres sino que también se le explica al niño de una manera amable y sencilla para que vaya asimilando las observaciones del especialista y su papel en el asunto.
La idea es que el odontopediatra pueda tener una historia del paciente desde antes de tener su dentición, cuando le salen sus dientes de leche y cuando los muda. El propósito de este historial es poder identificar a tiempo una mordida cruzada, un diente pasmado o cualquier problema fisiológico óseo muscular que el Infante pueda ir presentando en su crecimiento.
Cuidados básicos para el niño
- En sus primeros meses sus padres deben utilizar una gasa humedecida para limpiar sus encías de los restos de comida o leche materna que puede estar ingiriendo. Posteriormente se incorpora una funda de silicón a un cepillo suave para bebés. Y a medida que van creciendo empiezan a hacer uso del cepillo dental adecuado a su edad.
- Para calcular la pasta de dientes que el niño debe utilizar, basta con solo poner un poco del tamaño de un grano de arroz o un grano de frijol en el cepillo.
- La primera dentición empieza a cambiar entre los 6 y 7 años. Cuándo esto sucede hay que controlar la caída porque en ocasiones el diente definitivo aún no está listo para salir.
- Los dientes se desplazan constantemente y cuando una pieza dental no está en su lugar puede moverse tanto qué es imposible cerrar correctamente la mordida. Esto es algo muy común en los dientes de leche que no tienen una raíz tan profunda como los definitivos y aumenta la capacidad de moverse. De modo que si los dientes no eclosionan rápidamente, el hueco dispuesto para que salga puede abrirse o cerrarse demás. Y será necesario utilizar un retenedor.
No es necesario que un niño utilice demasiadas veces al día enjuague bucal.
Es importante tomar en cuenta que llevar la limpieza dental a la obsesión no resolverá los problemas fisiológicos. Nuestras especialistas sugieren que tener una técnica correcta de cepillado y visitas periódicas a su Clínica Dental de confianza es suficiente para que su niño tenga una boca sana y una dentadura estrella de televisión.
En clínica Dental Doria-Medina queremos ser tu Clínica Dental de confianza en Madrid.
